
Cómo avanza el real estate mexicano en la integración de energía renovable
El progreso depende de la sinergia entre gobierno y privado frente a retos normativos e infraestructurales
15 de julio de 2025Mercado Inmobiliario
Por Paulo Alfaro y Henrique Cisman
Durante una reunión privada, que contó con Iberdrola México como co-host, sobre la integración de fuentes renovables en desarrollos inmobiliarios, se destaca la necesidad urgente de avanzar en esta dirección, tanto para cumplir con las regulaciones medioambientales como para aprovechar los beneficios económicos de estas tecnologías.
Uno de los puntos centrales es la importancia de una colaboración estrecha entre el sector privado y el gobierno. La regulación mexicana evoluciona para abrir espacio a la iniciativa privada y fomentar la generación distribuida y el autoconsumo, lo que representa nuevas oportunidades para los players inmobiliarios.
No obstante, aún existen desafíos para la adopción generalizada de energías renovables, como las limitaciones en infraestructura, especialmente en lo que respecta a la capacidad de transmisión y distribución eléctrica.
La falta de una red robusta afecta tanto a proyectos industriales como residenciales. Por ello, los ejecutivos deben tener en cuenta estos factores al planificar nuevos emprendimientos, para evitar sobrecostos y retrasos en la implementación de estas tecnologías.
A pesar de estos retos, el real estate ya integra soluciones energéticas renovables. Cada vez más se incorporan tecnologías como paneles solares y sistemas de eficiencia energética, lo que no solo reduce los costos operativos, sino que también incrementa el valor de los inmuebles.
Las fibras, por ejemplo, instalan paneles solares en centros comerciales y edificios corporativos. Esta estrategia atrae a arrendatarios que valoran las certificaciones sostenibles.
Cabe mencionar que las certificaciones -como LEED- se consolidan como estándar de oro en la industria, y las propiedades certificadas muestran una valorización significativa, de hasta un 20% más en comparación con aquellas no certificadas, según datos compartidos durante la reunión.
Otro aspecto relevante es el impacto ambiental. La instalación de sistemas fotovoltaicos contribuye de manera significativa a la reducción de emisiones de CO2. Este compromiso ambiental no solo mejora la imagen corporativa de las empresas, sino que también responde a una creciente demanda por parte de los consumidores de productos y servicios más sostenibles.
En lo que respecta a los desafíos regulatorios, los players deben asegurarse de que sus proyectos cumplan con las normativas vigentes. Este debate refleja el crecimiento y la madurez del sector inmobiliario mexicano, que avanza hacia un modelo más sostenible, eficiente y rentable, con un impacto positivo tanto en la economía como en el medio ambiente.

Durante una reunión privada, que contó con Iberdrola México como co-host, sobre la integración de fuentes renovables en desarrollos inmobiliarios, se destaca la necesidad urgente de avanzar en esta dirección, tanto para cumplir con las regulaciones medioambientales como para aprovechar los beneficios económicos de estas tecnologías.
Uno de los puntos centrales es la importancia de una colaboración estrecha entre el sector privado y el gobierno. La regulación mexicana evoluciona para abrir espacio a la iniciativa privada y fomentar la generación distribuida y el autoconsumo, lo que representa nuevas oportunidades para los players inmobiliarios.
No obstante, aún existen desafíos para la adopción generalizada de energías renovables, como las limitaciones en infraestructura, especialmente en lo que respecta a la capacidad de transmisión y distribución eléctrica.
La falta de una red robusta afecta tanto a proyectos industriales como residenciales. Por ello, los ejecutivos deben tener en cuenta estos factores al planificar nuevos emprendimientos, para evitar sobrecostos y retrasos en la implementación de estas tecnologías.
A pesar de estos retos, el real estate ya integra soluciones energéticas renovables. Cada vez más se incorporan tecnologías como paneles solares y sistemas de eficiencia energética, lo que no solo reduce los costos operativos, sino que también incrementa el valor de los inmuebles.
Las fibras, por ejemplo, instalan paneles solares en centros comerciales y edificios corporativos. Esta estrategia atrae a arrendatarios que valoran las certificaciones sostenibles.
Cabe mencionar que las certificaciones -como LEED- se consolidan como estándar de oro en la industria, y las propiedades certificadas muestran una valorización significativa, de hasta un 20% más en comparación con aquellas no certificadas, según datos compartidos durante la reunión.
Otro aspecto relevante es el impacto ambiental. La instalación de sistemas fotovoltaicos contribuye de manera significativa a la reducción de emisiones de CO2. Este compromiso ambiental no solo mejora la imagen corporativa de las empresas, sino que también responde a una creciente demanda por parte de los consumidores de productos y servicios más sostenibles.
En lo que respecta a los desafíos regulatorios, los players deben asegurarse de que sus proyectos cumplan con las normativas vigentes. Este debate refleja el crecimiento y la madurez del sector inmobiliario mexicano, que avanza hacia un modelo más sostenible, eficiente y rentable, con un impacto positivo tanto en la economía como en el medio ambiente.
